Del dicho al hecho: ¡A buenas horas, mangas verdes!

al dichoSacado de un maravilloso libro y de nuestra sabiduría popular , del boca a boca y de las frases de nuestros antepasados, nos disponemos a explicar como de los hechos del pasado vienen los dichos del presente. Esta expresión es usada cuando una cosa no sirve ya porque llega tarde o fuera de oportunidad.

Esta frase proverbial proviene de los tiempos en que la Santa Hermandad tenía como misión reprimir, juzgar y castigar los delitos, principalmente los que se cometían fuera de ciudades y pueblos, en descampado, y especialmente los de los salteadores de caminos. La Santa Hermandad fue un tribunal instituido con especial jurisdicción y fuerza propia en la Edad Media y regularizado en las Cortes celebradas en la localidad abulense de Madrigal de las Altas Torres, villa natal de Isabel I, en 1476, al comienzo del reinado de los Reyes Católicos.

Este tribunal sumarísimo dispuso en sus primeros momentos de una milicia formada siempre por no menos de dos mil soldados a caballo, al mando del duque de Villahermosa, llamados comúnmente cuadrilleros porque prestaban sus servicios en cuadrillas o grupos de cuatro hombres. Los soldados de la Santa Hermandad no sólo se encargaban de las averiguaciones y pesquisas, sino también de la persecución, captura y custodia de todos los malhechores. Se les distinguía por su uniforme de mangas verdes y coleto, y es a eso precisamente a lo que alude el dicho. En su primera época, la Santa Hermandad cumplió su función con eficacia, energía y contundencia, logrando, por ejemplo, reducir al mínimo la plaga de bandolerismo que asolaba el territorio peninsular.

a buenas horas mangas verdesSin embargo, con el paso del tiempo, su disciplina y su eficacia fueron decreciendo, a la par que aumentaba el rechazo popular hacia la institución. Como estos cuadrilleros casi nunca llegaban a tiempo para capturar a los malhechores, los delitos quedaban frecuentemente impunes y eso dio una cierta fama de inutilidad a la institución. En este contexto no fue difícil que surgiera esta frase hecha, que hoy sigue siendo utilizada con el mismo sentido crítico e irónico con que surgió, aplicándose a todo servicio, ayuda o consejo ajenos que llegue a destiempo, o una vez solucionado el conflicto, la necesidad o el deseo que hubiera requerido dicha ayuda.

Por tanto, la frase alude genéricamente a la sensación generalizada —y la subsiguiente queja— de que los guardadores del orden suelen acudir tarde o a destiempo al lugar donde son necesarios, y que, por tanto, su utilidad es a menudo escasa. Aunque su actividad no dejara de decaer, la Santa Hermandad no sería disuelta hasta 1835, pasando poco después a cumplir su misión la Guardia Civil, creada en 1844.

 

Chus Huertas.

Guía turístico.