Salamanca es uno de los lugares que más me ha maravillado de España, su arquitectura es hermosa ya que define mucho el estilo de la «ciudad dorada», como suelen llamarle. Si llegas a ir, o mejor dicho, cuando vayas tienes que visitar el museo Ieronimus, que es una visita a las torres de la catedral, la cual es Patrimonio de la Humanidad y tiene más de nueve siglos de historia!
La Catedral se divide por catedral vieja o catedral nueva, y tiene muchas zonas artísticas que vale la pena ver, ya que es enorme. En esta ocasión hablaré únicamente de la visita a las torres de la catedral gótica, la cual fue una recomendación que nos hizo la guía. Es mi obligación como turista maravillada el decirles que no se pueden ir de Salamanca sin subir a las torres (tienen más de cien metros de altura!), es una experiencia única e irrepetible, ya que está muy cuidada, el recorrido es largo, no sólo es subir a tomarse fotos y ya.
Recorrido Ieronimus
Si pagas el recorrido tenrás el acceso visual y físico a muchas maravillas de la catedral como la Catedral vieja, la terraza de la Torre Mocha, la torre de Gallo, la Catedral Nueva, la terraza de Anaya y el Cuerpo de Campanas (que se encuentra en lo más alto).
Estoy segura que te preguntarás por qué la exposición se llama Ieronimus, ya que no tiene mucho que ver a primera instancia con lo que es la catedral. El nombre corresponde al latín de Jerónimo de Perigueux (¿1060-1120?), que fue un obispo español muy famoso por su papel clave e la de reconquista. Fue destinado a Salamanca en 1102 para ser el encargado de la reconstrucción de la Iglesia Santa María, esto ha ayudado a Salamanca a poseer su famoso conjunto catedrático.
Las torres medievales actualmente se ven en un muy buen estado pero no siempre fue así. Numerosos estudios históricos, arquitectónicos y arqueológicos han sido parte de la restauración de la catedral, ya que antiguamente estaban en las ruinas.
Sería muy difícil subir 100 metros considerando que las escaleras son muy estrechas y antiguas, pero el recorrido está diseñado para olvidarse de eso, ya que en cada «piso» o cada determinado número de escalones encontrarás salas con objetos, historias, instrumentos y muchas cosas interesantes que ver, como la estancia del carcelero, la sala del alcalde, la sala alta y la sala de la bóveda. En muchas de ellas de exponen los instrumentos musicales antiguos, así como las partituras, cartas, libros y reliquias religiosas que han sido regalo a los obispos o sacerdotes encargados de la catedral. Realmente te sentirás como si vivieras en esos tiempos (medievales), ya que el ambiente musical de fondo ayuda mucho a comprender lo que era la vida en la cateral en esa época tan antigua e importante para la historia española.